Las chicas de la Unidad 5 (planta alta) se animaron a empezar a soñar. Soñaron una tarde-noche en un teatro, soñaron Venecia, soñaron una historia de solidaridad y amor.
Las vieron, las vimos, se vieron.
¿Habrán dejado de ser invisibles?
Un espacio para hacer visibles a las mujeres privadas de la libertad
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